Cuando se cambia el color de pelo

Cuando se elige un cambio en el color de cabello lo primero que hay que tener en cuenta es el color de la piel, los ojos y el tono natural del pelo. Estos son dos factores muy importantes para conseguir esa elección con éxito. Cuando se quiere un color más claro o más oscuro, lo conveniente es comenzar con dos tonos más próximos al color natural del cabello.
Los tonos más compatibles varían según el tono de piel. Para una piel oscura cetrina, lo conveniente es mantenerse con los colores oscuros de pelo. Nunca virar a los tonos fríos, especialmente los cenizas. Para la piel amarilla, son ideales los colores oscuros ricos, como los caobas, cobres y rojizos, nunca los dorados. Para la piel pálida, yo recomiendo cualquier color de pelo, ya que todos se adecúan a este tipo de piel. Para la piel rosada, los tonos neutros, desde los castaños chocolate, hasta los rubios rojizos y rubios beige. Habría que evitar los tonos rojos y los dorados muy intensos.
Otro tema que hay que tener en cuenta cuando se cambia el color de cabello, es saber cuál es el tipo de vestuario que la clienta tiene, o bien recomendarle los tonos a usar de acuerdo a ese cambio nuevo. Los tonos de cabello sobre una base cálida como el rubio dorado, castaño dorado, rubio cereza y caoba, se acomodarán bien cuando en el guardarropa existen tonos cálidos como el rojo, anaranjado, amarillo dorado, castaño o café canela, verde oliva u ocre. Los tonos de ropa frescos o fríos como el rojo azulado, fucsia, negro, azul, y verde pino indicarán que el color ideal del cabello será en la gama de los tonos fríos como el rubio platino, castaño ceniza, negro azabache o burgundy. El color de cabello rubio rojizo, rubio beige, café, chocolate o caoba, se acomodará perfectamente a un guardarropas con rojos verdaderos, morados o púrpuras, grises y verdes azulados.

Fuente: Revista Estilo Profesional
Autor: Oscar Colombo

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